Black Boss. Acrílico sobre lienzo, 1x1m. 2009 |
"FASIM, EN LOS TIEMPOS QUE CORREN" . (Los Valientes Duermen Solos Blog)
Prólogo por THABEAT VALERA, 2010
Thabeat: Ha llegado una nueva era en el arte plástico con
una temática asentada principalmente en la innovación del desfile de horror
gótico, cuyo alcance sólo puede ser comprendido por Fasim, dentro de un
expresionismo que abarca desde las angulaciones y la luminación, hasta los
torturados rostros humanos, con un talento excepcional para convertir las
sombras en verdaderas anotaciones dramáticas. Es bueno apreciar su estructura,
disfrutar su arte narrativo, pero es mucho mejor sufrir sus consecuencias sin
ser advertido.
Tiene el aspecto de un caballero español, y lo es.
Tiene una edad insolente aún para quienes cuentan menos que él. Este hombre, ni
viejo ni joven se llama Germán pisando la arena de su playa. Aunque, si hubiera
sido peludo y monstruoso, habría dado igual. Es la historia de Fasim, de un
alpinista de las artes plásticas. Es la historia de su mundo fantástico, su
taller. Cabe decir algo que se ha quedado aquí, algo de su desorden
inteligente, de su espacio-tiempo, de su estilo surrealista con cierta
nostalgia al estilo complicado con una creatividad palpable. Me decido a trazar
el deseo llevado a cabo por este avanzado pintor que empuña sus dedos con su
asesino pincel, su propia carnicería de contenido más liberal. Su mango de
madera golpea una y otra vez, salvajemente, gracias a sus vestigios gráficos y
blanquinegros disfraces. Fasim abre un camino hacia una aproximación pionera de
entender su grado más alto, la piedra angular de una nueva cultura en el arte
antieconómico, heterogéneo y pernicioso. Fasim trabaja mediante el estudio de los
tonos blanquinegros, pasando por el tratamiento del color, que llega a la
confección personal, sin caer en el mero esteticismo. Y con su compromiso de
sacar a luz la oscuridad de las catacumbas expresivas. Si colorear
catastróficamente fuera un delito, Fasim llevaría mucho tiempo metido en la
cárcel.
FASIM, SUBSISTIR EN TU PROPIO CUADRO
Lo conocí por el nombre de Fase, hace dos décadas
atrás. Siempre nos veíamos torcidos, solo con un ojo y con doce neuronas
adormidas. Se da el caso de que encajonamos como juveniles, cuando ante todo se
trata de un estilo ágil y fresco, impecablemente dibujado en uno de aquellos
veranos perdidos en el momento glorioso del wildstylus barcelonés. Los hay que
no necesitan tales sistemas para contar bien una historia. Yo, con un cierto
desorden de delirantes fantasías de invasiones marcianas, venusianas, selenitas
y de toda la retahíla de catastrofismo, era un recién llegado ha su sede de
formidables perturbaciones magnéticas, con la glacial, con las innumerables
montañas tenebrosas, borrascosas, horadadas por cavernas inquietantes, donde
todo es hostil, peligroso, mortal.
Llevo en el
interior de mi cabeza, desde mi infancia, una araña tan grande como mi estúpido
cerebro. Entré influenciado por los temas de terror gótico, plagado de figuras
espectrales, deformes, carentes de forma definida, humanoides siniestros,
espacios claustrofóbicos, hecatombes, criaturas grotescas, necrosis carnal,
monstruosidades indescriptibles. Tales representaciones evocaban el terror
realista Lovecraftiano. Sobre esa relación, puedo precisar mi áurea enriquecida
y seducida por las publicaciones antológicas de la editorial de Warren: las
técnicas de fotocromo de Corben. La escuela de Wrightson, Kaluta, Frazetta y
Woodroffe. El código blanquinegro de terror lípido de Breccia, Auraelón y Beá.
Y el mundo personal de Druillet, Moebius, Caza y Bilal. Completando ese retablo
de horrores por el corte de navaja de Grimaud y Topor. Jugaba y pulsaba con
refinada exquisitez, de maligno origen, sobre relieves y papeles para siluetas
que enfrentan los misterios del surrealismo esotérico de Giger y Beksinski, y
de la muerte respectivamente. Hay algo especial en el terror. Algo demoníaco y
fanático, incluyendo el choque de este caótico submundo, pero dos años de
trabajo y familiaridad con el medio me habían enseñado al menos que Fasim se
hallaba entre los mejores pintores dónde andaban mis temas preferidos: tiene
una misteriosa energía que le permite recorrer enormes distancias sin repostar
la habilidad única para pintar en gran número de estilos diferentes, con la
utilización de tantas técnicas, muchas de ellas inventadas por el mismo. No es
raro ver en él la genialidad que vaga sin rumbo, siendo estos aspectos
favorables a sus pretensiones asesinas sobre el lienzo. No podemos hacer más
que asistir imponentes a todo cuanto ocurre, y ante nuestros ojos atónitos
desfilan ingentes cantidades descomunales entre la abundante producción de
Fasim en los dorados 80.
Ay señor, el infierno… El infierno es no tener ahora
aquellos quince años de edad. Pero como nunca se ha dejado de viajar, este
retorno tiene ciertas características especiales a una reflexión de su actitud
militante junto su comité de talleres vidriosos y oscuros. Algo había cambiado
en las calles y en el color del cielo. Eran los noventa y la compañía
transportadora de caudales, donde transportábamos el preciado tesoro
contracultural. Es que hay muchos álbumes, pero hay una especie de trance donde
Fasim toma las riendas. Puede ser algo más allá de la conciencia, o quizás los
dioses que no existen, el genio o qué sé yo. Él es la inercia de los pocos
españoles que aparecía en las páginas de publicaciones internacionales.
La coña
consiste en saber identificarlo y adivinar quien es el marco oscurantismo de
Fasim. Culto y poseedor de una lujosa galería de arte dentro de su submarino,
el sumo sacerdocio de la contracultura española. Está lo suficientemente
comprometido, lo bastamente marginal. Responde a un horror profundo y
penetrante, tentacular, viscoso y retorcido. Y las admiraciones siempre se han
caracterizado por buscar un compromiso. Yo no creo que haya etapas nuevas, ni
cambios radicales, sino que constantemente está influido por las circunstancias
cotidianas que le rodean. Son cosas muy apocalípticas y perturbadoras, y las
situaciones surgen y se extienden a borbotones.
Mira, yo
creo que en este país y en esta profesión hay dos cosas claras: si quieres
llegar a ser dibujante, necesitas un buen guionista. El autor dibuja, sí, pero
también es un cuentista y necesita un guión correcto, no hay que olvidar lo que
estéticamente nos marca a toda una generación. El problema es que no lo puedes
prever demasiado porque siempre has de descentrarte de toda esa mierda
tendenciosa, vulnerable, patética. Me interesa espectacularmente el horror de
Fasim, en la línea argumental que tiene metida en la cabeza, como para que
ningún sumo sacerdote académico le arrugue , que alegra tanto como los
conceptos aplicados a la sutileza de Cisco, Biz, Dose, Heroe, Blob, Sixe, Swaney,
Keis. Y mi intención de hacer estas líneas es pérfida, que nadie se rasgue
aireadamente las vestiduras. Que argumento más atractivo que el que
viene de una superficie diferente y una población muy desigual, frente a esas
ciudades tan civilizadas y técnicamente más avanzadas que las nuestras.
Ni ellos ni yo sabíamos como se hace un artista en
serio, con sus oropeles. ¿O será que al tratarse éste de un medio de expresión
eminente popular, ha atraído la atención de las clases modestas? En este punto
nos encontramos con un tópico. Uno ha leído muchas biografías de pintores
españoles, tal vez demasiadas, y se da cuenta que casi todos presentan unos
datos que coinciden. Somos autodidactas, con las pintas de haber dejado la
camioneta de reparto en la esquina. Bueno, podemos aplicar todo esto a que no
asistimos a ninguna universidad del arte.
Barcelona,
fértil vivero de ilustradores y pintores en sus años setenta, fue la cuna más
grande de pintura e ilustración a color en este país. Galeones españoles hundidos
y cargados de tesoros. Nos hemos metido en un terreno peligroso, arriesgando
incitar nombres de un país empobrecido que carecía de medios y de dinero.
Pintores e ilustradores que su talento ha tenido que emigrar al extranjero y
sólo una parte de su obra ha sido publicada aquí y de rebote. El pueblo ha
comenzado a leer o, mejor dicho, a poder comprar esos libros del extranjero.
A mí, en las
escuelas siempre me echaban. Y es que es tremendo, oye, en lo que quiere la
gente que te conviertas. Te enseñan a pretender convertirte en alguien. Fasim
tiene las fuerzas sobradas para haber pintado mucho, demasiado, por eso le
aburren las ambiciones del personal. Y para mi no tenía ningún valor hacerle
algunas preguntas formales: que pintores aprecia más, qué condiciones debe
cumplir un pintor para tener valor. En nuestros encuentros había un castillo
construido con tierras y conchas, un escarabajo negro y pulido.
Fasim y Thabeat. Seres informes de oscuro color se
retuercen por el espacio con cualquier viajero tinto crianza, mas las veces
entre sorbo y sorbo, que les hace boquear y lanzarse contra cualquier objeto
que excite curiosidad. Estamos poseídos por nuestra deidad aguda. Largas horas
de poesía sentados en su negro trono, en el centro mismo de nuestro caos
interior donde ningún sueño, por terrible que sea, posee la facultad de dar
nuestro sinnúmero de formas distintas y cambiantes. Y tan sólo mediante la simple
concentración mental.
Entrevista
Thabeat: Fuiste de los primeros escritores, con
acierto, en revolucionar el graffiti hexagonal y salvaje a mano alzada, en la
estela de quienes lograban sobrevivir algún tiempo por sus propios medios. A
modo de restos de un apocalíptico naufragio, y a cierto nivel de importancia
artística, cuéntanos tus primeras experiencias con el dibujo. Creo que merece
la pena detenerse a explicar cómo fue aquella época, y lo que podía significar
para un muchacho como tú, aquello.
F: La época
del Graffiti en mi vida fue en primer lugar; la libertad, la huida hacia mi
destino en la pintura, el doblegar la voluntad paterna, como un combate de
boxeo de voluntades, ¿sabes?, me explico, para hacer lo que tu quieres en la
adolescencia siempre tienes que pelear muchos asaltos y dar el K.O. si quieres
seguir, porque si no se te hará hacer lo que otros quieren y eso para mi es
castración y locura ajena ante mi voluntad de acero y escurridiza como una
rata. Este era mi caso, con 15 años ya nos colábamos en el metro a pintar
trenes y salíamos tarde de casa, como comprenderás para mi era muy difícil, me
tenia que escapar por la ventana de mi habitación que era un bajo, en plena
noche, después volver a casa lleno de mugre y de pintura para recibir la santa
bronca a las 8 de la mañana. Pero lo hice durante años, con los
correspondientes malos rollos y hostias que acarrea el enfrentamiento. Por eso
quizás aun me crecía más y llegaba cada vez mucho más lejos.
Mi vida en
esos años 80 barceloneses la recuerdo muy bien (sin nostalgia, pues la viví
DEMASIADO intensamente), era un pequeño Huckelberry Finn, siempre metidos en el
metro y en los trenes, firmando, robando “taggers”, andando por túneles,
sabíamos todos los trucos del metro, hacíamos correr a los seguridad que nunca
nos cogían (J.J. Bros), fumando porros y a veces durmiendo en los trenes.
Teníamos todo un submundo hecho a medida, pequeños pillos que se las ingenian
de maravilla en el mundo de los adultos e imponen el suyo propio. Robábamos
cantidades insolentes de botes tío, eso si era divertido, ya te digo,
cantidades bastante abrumantes, llegaba a tener 100 latas en mi casa, jeee…
Imagínate, un niño con una pequeña fortuna en su pequeño cuarto, antes los
sprays valían 800 pesetas, las grandes, mis abuelos flipaban.
Pero esa ha
sido la constante en mi vida, sortear los contratiempos y salirme con la mía
siempre, si has leído “La conjura de los necios”, que seguro que si, sabrás que
dice por ahí, “Se descubre a una persona inteligente cuando ves que todo el
mundo esta cabreado con el”. Pues eso.
Pero aparte
de “eso”, debo de contarte una historia para que entiendas entre que parámetros
me muevo a la hora de crear, creo te va a gustar; Me encerraba en mi habitación
y me tiraba mil horas haciendo que estudiaba y me liaba a hacer unos dibujos
muy extraños, empezaba una cosa y se parecía a otra y así continuamente, hasta
llegar a formar algo parecido a ahora, mezcla de Graffiti y de abstraccionismo
gótico, letras con dibujos hasta llegar a formar un todo, toda una pieza con mil
piezas fragmentadas, tenia los libros de texto TOTALMENTE bombardeados, hasta
el punto en que me tuvieron que comprar unos nuevos tras previa reunión con el
director.
Me sudaba la polla en que clase estuviera, siempre me
ponían en el ultimo lugar y dibujaba en todas las clases ausente y anárquico,
al final, hartos de mi me echaban y seguía dibujando en las escaleras con el
frío y la soledad, HABIA VENCIDO, así es como quería estar y esa fue mi
verdadera primera escuela, evidentemente suspendía hasta gimnasia, jajjjaja. Y
leía, leía bastante para ser un niño, me abstraía con gran “fatalidad” en el
dibujo y en la lectura, en mi cuarto he navegado por los mares del sur y
abordado barcos sin piedad ninguna para los prisioneros.
A la hora de
crear me pasa lo mismo, me sumerjo dentro del cuadro LITERALMENTE, soy el
cuadro, el pincel es solo un esclavo, mi mano es una prolongación de mi mente
que viaja con el ojo “capturando” las imágenes que se me sugiere
misteriosamente por submundos desconocidos y figuras inquietantes, un barco a
la deriva que consigue llegar a puerto sin velas y sin mástil, pero que
incomprensiblemente, llega.
Una vez en LA MAKABRA donde viví un año, colgado de
L.S.D., tuve que girar un gran 2x2 metros, con muchas figuras porque en mi
delirio me invitaban a entrar, había un gran fiestón lascivo y decadente allí
dentro, todos bailaban y reían maliciosamente, animándome a entrar en mi propia
creación, me asuste de verdad, me arrepiento de no haber entrado, de no tener
el valor suficiente de cruzar el espejo, jejjjeje…
Tha: ...ajajajjj... Dibujar es una revelación del
alma, de tu situación personal. Sentimos la necesidad, la obligación de ser nosotros mismos. A los ocho años podía dibujar ojos cerrados, caras sudadas,
vértices, penetraciones, felaciones, órbitas sexuales, la desviación, todo lo
que era alegrar los bajos, y sin haber practicado su caldo brujo ni su calor.
Admiraba las agitaciones sexuales impartida por la chapuza y la lisergia de
Herikberto, los tiempos duros de Luís García, o bien el hervor de Funny
Valentine de Guido Crepax. No es sólo el depósito de nuestros sueños, ni todo
es soplar y hacer botellas. Los caballeros pagan a las putas para que hagan cuadros.
Y a mí me gusta pensar que la imaginación abre sus puertas, y nunca mejor
dicho, porque así lo decide. Su capacidad de naturaleza, la envidia por su
manera de gozar. Desde entonces me gusta viajar en platillo volante con la
mujer femenina, interior y exterior. La masa está siempre equivocada y además
corre el riesgo de que la equivoquen. A pesar de ir vestidos y llevar
teléfonos, el hombre está diseñado para tirar adelante con la especie. Por eso
muchas veces cuando miramos a esa mujer pasar, nuestra información genética nos
dice hembra, y entonces queremos inseminar a pesar de nosotros mismos. ¿Cual es
el papel fundamental y sentimental de tu arte?
F: Bueno, para responderte a eso en su totalidad tengo que remontarme a mi infancia, de niño, sentado en la taza del wc de la casa de mis abuelos, me entretenía mirando en el jaspeado alucinante de las losas antiguas del suelo, ya sabes, esas que son marrones a tonos mas claros y oscuros, que tienen mil formas, e imaginaba cosas, imaginaba todo tipo de figuras imposibles pero para mi muy posibles, entre figurativas, abstractas y terriblemente surreales. Recuerdo que tenía algunas “capturadas”, las reseguía con lápiz en un intento de inmortalizarlas pero mi empresa y mis primeras obras se veían continuamente frustradas. Mi abuela, pulcra abuela de barriada, al fregar el suelo desaparecían de nuevo y tenia que re-dibujarlos una y otra vez por que para mi eran muy importantes.
Recuerdo en
especial una muy clara, ¡era mi favorita!, era un perro que con la oreja y el
morro también formaban una pistola del oeste, un colt-perro alemán, era brutal
y aun la he visto cuando he vuelto a cagar en ese lavabo pequeño y lleno de
recuerdos, claro que ahora si me pongo puedo ver al Papa bailando gravemente o
a los gnomos haciendo una orgía sin Blancanieves, entre otros cientos. Siempre
he tenido una fantasía desbordada, una imaginación que me conllevo un sinfín de
problemas sociales en mi infancia.
Todo esto ocurría mucho antes del Graffiti.
Siempre he
visto otras formas en las cosas, el desdoblamiento imaginativo y consciente de
la realidad que sabe a poco. Un juego de la mente, un poema sin pies ni cabeza
pero de tres patas. Años después vería figuras retorcidas, rostros,
aberraciones sufrientes, risas hilarantes, monstruos-persona-sombrero, sexo,
pollas, coños, culos, gente de otra época con sufrimiento antiguo, animales-humanos,
etc… el dramático y trágico desfilar de la humanidad. Era mi juego secreto, un
juego del que nadie de los adultos que me rodeaban era consciente ni podía
jugar a el. Después del Graffiti, a los 21 años empecé en serio con la pintura,
el Graffiti se me había quedado pequeño, había llegado a mi limite, saciado y
aburrido, ya se que esto puede extrañar a muchos, pero también pasa con alguien
de alma creativa muy inquieta. Pinté en silencio durante años sin ánimo de
lucro ni de fama y buscando un “posible”lenguaje propio, mas acorde con mis
obsesiones latentes. Pase por todo tipo de influencias pictóricas, desde
Picasso a Chagall, de Tapies a Basquiat.
Vivía solo y me compraba muchos libros de pintura y de
literatura que absorbía con avidez, iba a los museos de Barcelona solo, mi gran
amado Museo de arte Moderno, recorría las galerías de la calle Consell de Cent,
las galerías del Gótico y toda exposición que me interesara, iba a saciarme de
los pintores en directo (que es mejor que mil escuelas) y volvía a casa
encendido y loco por pintar. Admiraba en secreto a esos pintores que tenían un
lenguaje propio y que me pulsionaban en silencio y detestaba a los mediocres
que no conseguían arrancarme ni un ápice de sentimiento por pequeño que fuera,
entre ellos muchos del Graffiti nacional e internacional.
Debo decir, que antes nadie se interesaba por la
pintura-pintura ni por la literatura en la escena del Graffiti, así que me iba
solo, a veces con Dose (Zeus), que también es ávido consumidor de arte. Pasaron
algunos años después, (después de muchísimas marabuntas de problemas y
situaciones de trapecista con riesgo), en que me negaba a difundir mi obra ni a
mezclarme con gente del Graffiti y del Street Art, solo con Pone88 o con
SixeArt entre otros, aun no había encontrado mi lenguaje con el que poderme
expresar REALMENTE, aquello que ardía en mi pecho y que en parte dormida, o
alergatada, la literatura, la poesía y la pintura-pintura, habían logrado
despertar en mi.
Tha:
Efectivamente, la fantasía, el sentimiento, la espiritualidad y la sexualidad
están muy lejos de las bazofias con que la sociedad nos bombardea cada día. Por
eso creo que la ola que nos invade es más bien mierda. Todos somos o seremos
abortos. Dios debe de ser el primer partidario del aborto, ya que a ninguno de
nosotros nos deja más solución que la muerte. Siempre nos resultará espinoso, y
más para quienes pretendemos comprometer al arte y probar que el arte tiene que
ver con la angustia, demostrar que se puede comprometer con la pintura
marginal. Esta buhardilla es el símbolo de la miseria. Quizás tus cuadros son
de contenido más liberal que tu graffiti execrable, entre los fúnebres redobles
de tambores. Serán tus terribles descubrimientos, sultán del demonio, gracias a
tus horrores y blanquinegros disfraces. Se sabe exactamente cómo ni cuando.
F: Después de un millón de intentos, entregado y
febril, en 1999, llego muy lentamente, algo parecido a mi propio lenguaje, algo
apenas audible y parco, pero, ¡QUE COJONES!, ¡ERA MIO! Era algo parecido a
pintar almas, almas en desasosiego continuo, almas que reían sin boca y sin
meritos, personas pudriéndose en la obscuridad más absoluta, como…
desintegrándose o quemándose al son del tiempo y bailando.
Por fin
podía pintar todo eso que había visto por las calles (y no me refiero en
absoluto a los escaparates bonitos, a los niños correteando por los parques,
las bellas muchachas en mini falda o todo eso que la gente ata con cuerda de
esparto, frágil y de tacto rudo, que se denomina equivocadamente, “LO BELLO”,
me refiero a todo ese sufrimiento alegre que campa por cada una de nuestras
caras, calles y avenidas, a todo lo visto hasta entonces con mi visión tuerta
de poeta, a todas esas personas anónimas que van y vienen en la era
contemporánea y que sin cruzar apenas miradas llevan muecas de soledad,
angustia y decepción, POR DONDE QUIERA QUE VAYAS Y POR MUCHO QUE LOS VEAS REIR.
En fin, a todo este desastre del paraíso prometido y
nunca ofrecido por Dios alguno, ni por poder alguno, NI POR CIUDAD ALGUNA, ya
que yo pienso que el ser humano, lleva una gran desgracia a sus espaldas por
muy rico que seas. El ser cuerpo humano acarrea siempre tristeza y miedo a la
muerte, a la miseria, al desamor, al acostarte y volver a despertarte, a las
enfermedades mentales, a la locura, a esta ciudad que devora almas a cada
segundo, a los horribles paisajes desolados de las grandes ciudades, que
descompone en vez de forjar seres mas dispuestos a la vida, nunca enseñados y a
no entender nunca “que” pasa y lo que es mas cruel aún, el “que” pasará después
con nosotros de ser utilizados y arrojados a la muerte.
Después de
muchos años MAS, (10 mas), de pulir este lenguaje mío tan horripilante y
“bello” a la vez (bello solo para mi pues entiendo el sufrimiento como la
máxima de la vida), ya sabia lo que estaba haciendo, ¡HABIA VUELTO A PINTAR
COMO CUANDO ERA NIÑO!, de nuevo.
Tha: Cargas
la pintura de un dibujo que quiere ser dramático, expresionista, pero sólo con
la condición de revelarse a sí mismo. Dicho de otra manera: el horror no está
aquí representado directamente, sino que se representa el modo de
representarlo. El uso de tus contraposiciones sirve para degradar los paisajes
del ser humano en planos alejados, contrastando con las perspectivas oblicuas y
tortuosas de primeros planos de rostros y cuerpos que acojonan. La vida a veces
es así de miserable, tanto como las atrocidades aparecidas en Mort Cinder de
Breccia, en Necronomicon de Giger o en Bosz Art de Beksinski. La cuestión es
salir de casa. Un gran abrazo al ambiente terrorífico, sanguinolento, imponente
y espectral. Y tu pintura no muere, sólo mueren los hombres que visten el
disfraz.
Si se
sucumbe se te aparta, si fallas se te elimina, si te has vuelto loco se te
encierra, pero a la causa nadie la juzga, nadiel a ataca, “así es la vida” oigo
decir constantemente ante los hombres que deberían ser guerreros y no ratones,
osea, sumisión y humillación. No cabe la compasión en el país de Don dinero que
todo corrompe, no hay sitio para MOMO. Esta era tan risueña y tan falsa, llena
de espectros mal heridos a quienes la gente pasa por encima de su historia de
puntillas por no pisarle el cuello pues ya va apuñalado, donde se come bien y
se duerme mejor, mientras que el otro medio mundo arde en llamas, donde los
niños mueren de hambre, ¡LOS NIÑOS!, donde los Políticos destruyen lo creado
anteriormente por pura codicia, sin arreglar nada.
Donde la religión
es una gran Dysneylandia de la mentira y de la falsa moral que huele peor que
las cloacas del Vaticano, donde se juzga lo ajeno con una insolencia sin
limites y escupen como reyes borrachos de poder a las frentes de los ilusos y
de los desesperanzados que se entregan al abismo con alegría fanática y ojos
vendados, osea, que todo sigue igual pero de distinta manera que en el siglo
XV. En un mundo donde la vida ha sido difuminada, donde solo somos meros
espectadores de un juego destructivo, donde asistimos con bocadillos a
presenciar las guerras enfrente de su TV, peleándonos por los mejores asientos,
royéndonos los huesos.
Acabo de venir de ver una exposición de Julio
González, en la cual me ha impactado gravemente el volver a ver una mascara de
la serie“La Montserrat”, en bronce, el grito del horror a los bombardeos en
Barcelona 100 años antes que hoy, también el grito de todos nosotros
desprotegidos a cualquier masacre gratuita desde el aire, una cara que son
todas las caras reventadas, una mascara que no oculta ya nada por que todo le
ha sido despojado, incluso el derecho vital de morir dignamente, esa mascara es
una revelación. Ese es el hilo conductor en el que el pasado y el presente de
todas las épocas se dan la mano y se relevan en el arte, ese es mi sito, ese es
el hilo por donde yo camino. El arte sirve para algo más que para decorar
museos, es el alarido crónico e infinito de una existencia humana peligrosa y
en el borde de la autodestrucción por simple curiosidad. Un despertar de las
conciencias cegadas, un aviso de que aun estamos a tiempo.
Donde ya
todos somos Jesuscristo crucificado y en el costado bien tajado para no escapar
de nuevo a los montes y vivir dignamente. Y yo me pregunto cuando camino casi
encerrado por el cemento, ¿Qué es la libertad?, ¿es esto real? ¿O vivimos una
idea programada de otros? Somos la máquina que mueve toda esta locura, eso
seguro, llenos de grasa-mierda, somos los responsables de que las galeras
funcionen al ritmo del látigo. Todos tenemos un número de serie impuesto y
estamos ferozmente vigilados y obligados a enseñar la papeleta por gorilas de
palo grueso. Esto no es vida amigos míos. Esto es alienación.
Mi pintura,
mezcla de consciencia-inconsciente, de agrado dudoso fuera de lo “guays” (¡que
guayyy!, dicen, jajjjaja…), donde todo puede ser, por que ya ha sido en algún
remoto confín, hacer de antena a tanta hipocresía y plasmarla, hipocresía ajena
al dolor y a la realidad que nos disimulan con ocio nocturno (y sus drogas
sintéticas histéricas), a la moda y sus horripilantes cadenas, al consumismo
alocado y exacerbado, a la falsa enseñanza de vida disimulada en grandes
catedrales de la incultura y sus libros a precio de oro y diamantes
inalcanzables para el hombre medio, a enormes y marcianos museos de arte
contemporáneo donde nadie entiende nada ni nadie se ve reflejado porque solo
hay juegos artificiales de muchos colores, a las pilas de restos humanos cuidadosamente
ordenados donde reposaremos, a los cuales "humanamente" se les llama
cementerios. A TODO ESO INTENTO YO GRITAR Y REPRESENTAR. Y a todo lo demás. El
color ha huido de mi repertorio.
Pues de veras te digo que no pienso al pintar, la
pintura surge sola, y se manifiesta así a través de mí, solo soy su amante.
Y añado una
frase de Gilbran; "Y en mi
locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la
seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una
parte de nuestro ser."
Tha: Que España es un país de pintores lo saben hasta
en Polinesia, como que Cataluña ha sabido promocionar los suyos a nivel mundial
y vía París, de un solo tajo. Y si no que se lo pregunten a los Dalí, Miró,
Tapies, Guinovart y Picasso. (Este último con la contribución espermatozoidal
del genio andaluz.)
Como siempre
hay excepciones, dignas excepciones que, por estar de vuelta de todo, pueden
expresarse sin prejuicios. Picasso se lamentaba de no haber sido capaz de
dibujar un cómic subterráneo en su larga vida. Los genios del arte pictórico
español se dedicaron a reproducir imágenes de vírgenes, retratos de reyes y
príncipes, escenas de la época, indagaron en los estilos revolucionarios. Si
Guttemberg hubiera inventado la imprenta en color, Velázquez habría ilustrado
la portada del Boletín Oficial del Estado, por poco que el rey se lo hubiese
pedido. Goya hubiera vendido sus escenas de la Guerra de la Independencia al
Saturday Evening Post de existir. Fortuny habría cedido su Vicaría para ser
reproducida en l’Observatore Romano….
La
aglomeración humana que habita la tierra, se ahoga, el entorno es asfixiante,
espeso, maloliente. Las iras de los celadores de las bellas artes. Guarros de
mierda que se amontonan y duermen en ellas. Mercaderes de pierna ortopédica.
¿Existen encuentros que aceptan conexión entre el noble arte pictórico y la
contracultura de pintores que proceden de familias que saben “que más cornás da
el hambre”? ¡Y un rábano!
Sin aparecer acreditados quedarán Fernando Fernández,
Pepe González, Marigot, Soro, Jad, Enric, Josep Maria Beá, Segrelles, Esteban
Maroto, Herikberto, Luís García, Sanjulián, Riera Rojas, Lozano Olivares,
Bocqet, Tomás Porto, Batet, incluidos algunos anónimos pintores que gozaron de
cierta cotización artística, de repercusión internacional, y que su proceso
mediático fue tan arduo, clasificándolos en categorías y rechazándolos hasta
dar con el hambre. Entre otras cosas se hartaron de ilustrar portadas para
libros de bolsillo. Y que el título de nuestro romanticismo es lo único se ha
mantenido en nuestra toma panorámica, y que perdurará mientras aguantemos
todos. La pintura nació muerta. El cadáver exquisito. Que desgracia.
Temas tan
apasionantes como el humanismo y la literatura, la materia, la mente, enzimas,
metáforas, recuerdos, formación de la atmósfera, las estrellas, el hombre y el
sol. Temas tan básicos como la construcción de un hombre, la supervivencia, la
medición de su espacio, el nacimiento y la muerte. Vale destacar en este
aspecto crear ágiles imágenes que plasmen la realidad para torcer la mano hábil
y ligera de este mundo tan horroroso que sabe deslizar datos donde conviene o
desee hacernos ver. El agotamiento de los recursos y los peligros de la
victoria, tales como exceso de educación, de tecnología, de ordenadores,
etcétera.
La academia, tan bella, tan clásica, y tan
conservadora ella. Antes de terminar, espero que el burgués de culo plano, y
por error, tome esta entrevista de FASIM y lea lo escrito, y luego la arroje
indignado al fuego. Nuestras sacrílegas palabras jamás serán ni remotamente
aceptadas. FASIM, eres el PINTOR ESPAÑOL, y tu proyección hacia el verdadero
mundo que todos nosotros, sin darnos demasiada cuenta, estamos compartiendo con
seres aún desconocidos. FASIM, el tiempo no existe y llevamos muchas horas sin
dormir, ¿algo que decir?
F: SOY UN
PINTOR ESPAÑOL, VIVA GOYA.
Entrevista con Thabeat Valera en 2010
Para ver la entrevista en "Los Valientes Duermen Solos"